El conflicto entre India y Pakistán continúa acaparando la atención internacional tras una semana de intensos enfrentamientos militares en la región de Cachemira, que reavivaron los temores de una guerra entre dos potencias nucleares. Aunque se ha establecido un alto el fuego con mediación de Estados Unidos, la calma es frágil y continúan las declaraciones acusatorias recíprocas por parte de los líderes de ambos Estados.
En este contexto, el primer ministro de India, Narendra Modi, advirtió este lunes que su país solo ha “pausado” la acción militar contra Pakistán, dejando entrever la posibilidad de un recrudecimiento del conflicto.
Además, aseguró que India responderá con fuerza a cualquier “nuevo ataque terrorista”, subrayando que la actual pausa no significa el fin de las hostilidades. “Si se lleva a cabo otro ataque terrorista contra la India, se dará una respuesta contundente”, aseguró en un discurso televisado dirigido a la nación.
También, fue tajante al advertir que India no tolerará “chantaje nuclear” en caso de una nueva escalada bélica.
Este martes, el mandatario indio visitó una base aérea en el estado de Punyab —según India, objetivo de un ataque paquistaní frustrado—, donde agradeció a las tropas su “coraje, determinación y valentía”. La visita fue ampliamente difundida en redes sociales a través de imágenes junto a decenas de soldados.
A pesar de las acusaciones cruzadas de violaciones a la tregua, el cese de hostilidades parecía mantenerse hasta este martes.
Nuevo balance de víctimas
En un nuevo reporte, el gobierno pakistaní informó el martes que los combates de la semana pasada dejaron al menos 51 muertos, entre ellos 40 civiles y 11 militares. Por su parte, India reportó la muerte de 15 civiles y 5 efectivos de sus fuerzas armadas.
La región ha sido escenario de los peores enfrentamientos en décadas entre las dos potencias nucleares. Durante cuatro días, ambos países se enzarzaron en una serie de ataques y contraataques que hicieron temer una guerra a gran escala, con consecuencias potencialmente devastadoras dada la capacidad nuclear de ambos Estados.
La frágil tregua
El alto el fuego fue acordado el sábado, tras cuatro días de intensos ataques y contraataques. El cese "total e inmediato" de las hostilidades fue anunciado de forma sorpresiva por el presidente Donald Trump, tras una "larga noche de negociaciones" en las que intervino como mediador. Pocos minutos después de su anuncio en su red social Truth Social, tanto Nueva Delhi como Islamabad confirmaron la noticia.
Sin embargo, el secretario de Relaciones Exteriores de India, Vikram Misri, denunció el domingo las "repetidas violaciones" del alto el fuego por parte de Pakistán, asegurando que las fuerzas indias "están respondiendo de manera adecuada y proporcional". Pakistán, por su parte, expresó que seguía comprometido con la tregua y que sus fuerzas estaban manejando las violaciones indias con "responsabilidad y moderación".
Trump presume de su papel como mediador
El presidente estadounidense, Donald Trump, se atribuyó el crédito por la tregua anunciada el pasado fin de semana. “Creo que podríamos haber estado ante una guerra nuclear terrible. Estoy muy orgulloso de haberla detenido”, declaró este lunes desde la Casa Blanca.
Trump detalló que presionó a ambos países con la amenaza de frenar las relaciones comerciales si no accedían a un alto el fuego. “Les dije: ‘Vamos a comerciar mucho con ustedes. Pero si no detienen los combates, no habrá intercambios’”, relató el mandatario. “Y de repente dijeron: ‘Creo que vamos a parar’”.
Cachemira, un conflicto de “mil años”
La última escalada tuvo su origen en un atentado perpetrado el pasado 22 de abril en la región de Cachemira administrada por India, donde murieron 26 turistas hindúes. Nueva Delhi acusó a Pakistán de estar detrás del ataque, algo que Islamabad ha negado tajantemente.
Cachemira, de mayoría musulmana, es un territorio en disputa desde la partición del subcontinente en 1947. Aunque dividido de facto, tanto India como Pakistán reclaman su soberanía completa, lo que ha derivado en tres guerras y numerosos episodios de violencia en las últimas décadas.
En medio de este clima de tensión, Trump volvió a ofrecerse como mediador para resolver el histórico conflicto. “Trabajaré con ustedes dos para ver si, después de ‘mil años’, se puede llegar a una solución respecto a Cachemira”, escribió en su red Truth Social.