Con más de 1.600 asesinatos solo entre enero y marzo de este año, y una espiral de violencia desatada por las pandillas, el Gobierno de Haití declaró el estado de emergencia en todo el territorio nacional por tres meses. "Dada la magnitud de la situación, es imperativo decretar una gran movilización de los recursos y medios institucionales del Estado durante un período de tres meses consecutivos", señaló el Gobierno en un comunicado publicado en Facebook este viernes.
La emergencia "permitirá a las autoridades competentes disponer de medios adecuados y eficaces para llevar a cabo sus intervenciones y operaciones en mejores condiciones", añadió el comunicado. Esta es una de las siete medidas que el Consejo de Ministros adoptó en una sesión especial encabezada por el presidente del Consejo Presidencial de Transición, Fritz Alphonse Jean, este miércoles.
Ese mismo día, la Oficina Integrada de la ONU en Haití (Binuh, por sus siglas en inglés) publicó su informe trimestral con la reveladora cifra de más de 1.600 personas asesinadas entre el 1 de enero y el 31 marzo de 2025, cuando las pandillas armadas intensificaron su ofensiva territorial.
Según el documento, "1.617 personas murieron y 580 resultaron heridas como consecuencia de la violencia en la que participaron bandas, grupos de autodefensa y miembros no organizados de la población, así como durante operaciones de las fuerzas de seguridad".
Las cifras representan un descenso con respecto al trimestre anterior (1.741 muertos de octubre a diciembre) y al primer trimestre de 2024 (2.505 muertos), pero la intensidad de la violencia no es necesariamente lineal con los números, pues varía según los ataques de las bandas y las operaciones policiales.

Haití, que ocupa la mitad de la isla de La Española, compartida con la más estable República Dominicana, aún parece seguir sufragando un pasivo impagable.
"Entre enero y marzo de 2025, a pesar del gran número de muertos entre sus filas (936 individuos), las bandas intensificaron sus esfuerzos para extender su control territorial en la zona metropolitana de Puerto Príncipe y sus alrededores", señaló el informe.
"Se han centrado especialmente en barrios como Delmas 30 y Carrefour Feuilles, que, de ser tomados, les facilitarían el paso a Pétion-Ville, una de las últimas zonas que no se han visto afectadas por el control de las bandas" y donde se encuentran embajadas, bancos y otras instituciones.
A finales de marzo, las pandillas también lanzaron "ataques violentos" contra las localidades de Mirebalais y Saut-d'Eau, en el departamento del Centro, para "controlar el acceso a la frontera con la República Dominicana en un tramo de casi 70 km".
El Gobierno de Haití también anunció la Agencia Nacional de Seguridad (ANS), cuya misión será aplicar la política del Gobierno en materia de inteligencia y contrainteligencia, así como el tratamiento, la centralización y la síntesis de la información estratégica relativa a la seguridad nacional y la protección de los intereses fundamentales de la nación.
¿Qué está pasando en Haití?
La actual crisis tiene sus raíces en décadas de inestabilidad política y económica. Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, la situación se ha deteriorado rápidamente.
Haití se ha visto sacudido durante mucho tiempo por este tipo de agitación, pero a finales de febrero de 2024 grupos armados lanzaron ataques coordinados en la capital, diciendo que querían derrocar al entonces primer ministro Ariel Henry.
Ahora el país es gobernado por instituciones de transición, mientras vive un nuevo recrudecimiento de la violencia desde mediados de febrero. Las bandas controlan alrededor del 85% de Puerto Príncipe, según la ONU, y han intensificado sus ataques en varias zonas que antes escapaban a su control, sembrando el terror entre la población.
Todo ello a pesar del despliegue parcial de una misión multinacional de seguridad dirigida por Kenia para ayudar a la policía haitiana.