Mientras el hambre se extiende por Gaza como el fuego de las bombas israelíes que no dejan de caer, Tel Aviv anunció este sábado que convocó a miles de reservistas para expandir su brutal ofensiva en el enclave. A medida que la crisis humanitaria llega a sus niveles más graves, por cuenta del bloqueo total que Israel impuso a la entrada de ayuda y suministros desde hace dos meses, la respuesta del Gobierno de Benjamín Netanyahu es aumentar el pie de fuerza en el territorio asediado.
"Las decenas de miles de reservistas que han sido convocados comenzarán a incorporarse al ejército la próxima semana", indicaron las fuerzas israelíes. Medios del país también reportaron que estos reservistas serán enviados para sustituir a los que están actualmente movilizados en Gaza y Cisjordania ocupada, así como a soldados activos en todo Israel.
Según la televisión pública israelí, el gabinete de seguridad se reunirá este domingo para aprobar la expansión de la ofensiva militar en Gaza.
Al menos 57 palestinos han muerto por hambruna
Tel Aviv no sólo asfixia a Gaza con armas y militares: la hambruna a la que ha sometido a los palestinos ya mató a 57 personas en el enclave desde el 7 de octubre de 2023, con la situación agravándose día a día por causa del bloqueo total. La mayoría de las víctimas son niños, ancianos y pacientes con enfermedades crónicas.
"El número de víctimas de la política de hambruna ha ascendido a 57 mártires y es probable que aumente debido al cierre continuado de los cruces fronterizos y la prohibición de la entrada de alimentos, fórmula infantil, suplementos nutricionales y decenas de medicamentos esenciales", advirtió la Oficina de Prensa de Gaza este sábado.

El embajador palestino ante la ONU alertó que Israel está utilizando como método de guerra la profunda escasez de alimentos, de medicinas y se servicios básicos en Gaza. Las reservas del programa de alimentos de la ONU ya se agotaron.
Ese mismo día, una fuente médica le informó a la agencia de noticias Anadolu que un niño había muerto por desnutrición y deshidratación en el Hospital Infantil Al-Rantisi de la Ciudad de Gaza.
En ese sentido, la oficina de prensa condenó hambre como arma de guerra por parte de Israel. Justamente, lo acusó de imponer un asedio asfixiante a más de 2,4 millones de palestinos en el enclave, al cerrar todos los cruces fronterizos por 63 días consecutivos. Y contando.
El riesgo que enfrentan los hospitales
La situación se ha agravado de tal manera que el Hospital Especializado de Kuwait en Rafah, en el sur de Gaza, advirtió que enfrenta el riesgo de cesar sus operaciones, pues calcula que sus suministros médicos solo durarán una semana más. "Debido a la continua agresión israelí y al cierre de los cruces fronterizos, el sistema de salud está al borde del colapso", declaró el hospital.
Reveló que más del 75% de los medicamentos esenciales no están disponibles en sus almacenes, lo que afecta gravemente la capacidad del personal médico para brindar tratamiento crítico. El hospital advirtió que los servicios esenciales, en particular los cuidados intensivos y el tratamiento de enfermedades crónicas, se encuentran seriamente amenazados. También reiteró que, si no se toman medidas inmediatas para entregar suministros médicos, la mayoría de los servicios de salud podrían cerrar.
La Oficina de Prensa de Gaza además denunció el silencio internacional ante el genocidio que Israel está perpetrando en el enclave, instando a la comunidad internacional, las organizaciones humanitarias y los grupos de derechos humanos a tomar medidas inmediatas para abrir todos los cruces fronterizos y garantizar la entrada urgente de alimentos y medicamentos antes de que sea demasiado tarde.
A lo que se suma que las bombas israelíes no dejan de caer. El Ministerio de Salud de Gaza afirmó este sábado que al menos 77 personas murieron en las últimas 48 horas por ataques de Tel Aviv sobre el enclave, mientras que otras 275 resultaron heridas.
Además una serie de ataques aéreos israelíes contra Jan Yunis, sur de Gaza, en la madrugada del domingo causaron la muerte de al menos seis palestinos y dejaron a heridos muchos otros. Entre los fallecidos se encontraba una familia de cuatro miembros, incluyendo a la esposa y los hijos de Munir Qannan, cuando su apartamento fue bombardeado cerca de la estación de al-Attar.

La OMS y la ONU alertan sobre el impacto devastador del bloqueo israelí en Gaza, que impide el ingreso de ayuda vital y agrava la crisis humanitaria, dejando a miles de niños al borde del colapso físico y mental.
Así aumenta a 52.495 la cifra de palestinos que Israel ha matado durante su ofensiva genocida desde el 7 de octubre de 2023, mientras que se reportan 118.366 heridos. "Muchas víctimas siguen atrapadas bajo los escombros y en las carreteras porque los rescatistas no pueden llegar hasta ellas", añadió el ministerio.
El ejército de Israel reanudó sus ataques contra Gaza el 18 de marzo, tras un frágil alto el fuego que se pactó en enero, y desde entonces ha matado a 2.396 personas y herido a otras 6.325.
Qatar rechaza declaraciones de Netanyahu
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Qatar, Majed bin Mohammed Al Ansari, calificó las declaraciones que hizo el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, sobre este país como “carentes de los estándares más básicos de responsabilidad política y moral".
Netanyahu arremetió contra Qatar, uno de los principales mediadores para un alto el fuego en Gaza, y le dijo que dejara “de jugar a ambos bandos con su doble discurso”. Además, el primer ministro israelí definió la brutal ofensiva en Gaza como “una lucha entre la civilización y la barbarie”. Y le pidió a Qatar que “decida si está del lado de la civilización o del lado de la barbarie de Hamás”.
El ministro Al-Ansari afirmó que "presentar la continua agresión a Gaza como una defensa de la 'civilización' refleja la retórica de regímenes a lo largo de la historia que han utilizado narrativas falsas para justificar crímenes contra civiles inocentes".
La organización Amnistía Internacional acusó a Israel de actuar con la “intención específica de destruir a los palestinos en Gaza”. Mientras, la CIJ evalúa las obligaciones de Tel Aviv en medio del devastador bloqueo de ayuda que impuso al enclave.
"Cabe plantear una pregunta legítima: ¿se liberaron al menos 138 rehenes mediante las llamadas operaciones militares 'justas' o mediante la misma mediación que ahora está siendo injustamente criticada y socavada?", cuestionó Al-Ansari.
Señalando que los palestinos en Gaza están experimentando "una de las peores" tragedias humanitarias de la época moderna, incluyendo el asedio "asfixiante" y la privación de medicamentos y refugio, remató: "¿Es este realmente el modelo de 'civilización' que se promueve?".
Horas antes, este viernes, el grupo de resistencia palestino Hamás declaró que presentó a Tel Aviv una propuesta de un alto el fuego a cinco años, que Netanyahu rechazó. "Una visión responsable basada en un acuerdo integral y simultáneo que incluya el cese permanente de la agresión, la retirada total de las fuerzas de ocupación israelíes de Gaza, el levantamiento del asedio, la entrada de ayuda humanitaria y la reconstrucción", declaró el alto funcionario de Hamás, Abdel Rahman Shadid, en un comunicado.
Añadió que la propuesta incluía la liberación de todos los rehenes israelíes en Gaza a cambio de un número acordado de detenidos palestinos, junto con un alto el fuego a largo plazo y la formación de un comité independiente para la administración en el enclave. Pero “el gobierno extremista de Netanyahu rechazó la visión de Hamás, insistiendo en fragmentar los asuntos y negándose a comprometerse a poner fin a la ofensiva", afirmó.
La Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto el pasado noviembre contra Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant, por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Gaza. Israel también enfrenta un caso de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia por sus acciones contra el enclave.