Las tensiones en Oriente Medio alcanzaron nuevos niveles después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara por primera vez desde que volvió a la Casa Blanca una "acción militar decisiva y poderosa" contra los hutíes en Yemen.
Trump hizo estas declaraciones mientras varios bombardeos estadounidenses debajan al menos 53 muertos y más de 100 heridos, "en su mayoría niños y mujeres", según afirmó el portavoz del ministerio de salud del grupo hutí, Anis Al-Asbahi, en la red social X. Los ataques tuvieron como objetivos la capital, Saná, así como las gobernaciones de Saada, al norte, y la ciudad de Radá, en el centro del país.
Estados Unidos afirmó que esta operación responde a la reanudación de los ataques del grupo contra barcos mercantes en el Mar Rojo que se dirigen a Israel. Por su parte, el grupo yemení había explicado previamente que su decisión respondía al bloqueo israelí sobre la ayuda humanitaria a Gaza y al incumplimiento del alto el fuego por parte de Tel Aviv.
El líder de los hutíes, Abdul Malik Al-Houthi, aseguró que "esta agresión no quedará sin respuesta". "Nuestras fuerzas armadas están listas para responder a la escalada con escalada" y “no dudarán en atacar todos los buques de guerra estadounidenses en el Mar Rojo y el Mar Arábigo en respuesta a la agresión contra nuestro país”, afirmó en un comunicado.
Sin embargo, los ataques están provocando una creciente preocupación por las posibles consecuencias, y se teme que podría ser el comienzo de una escalada mucho más amplia en la región.
Advertencia a Irán
En su cuenta de la red social Truth Social, el presidente Trump lanzó una advertencia que interpeló a Irán, que respalda a los hutíes, exigiendo el “cese inmediato” del apoyo a los “terroristas hutíes”. Y advirtió que, si continúan amenazando al pueblo estadounidense, “Estados Unidos les exigirá cuentas, y no seremos amables”.
“¡El apoyo a los terroristas hutíes debe cesar INMEDIATAMENTE! NO amenacen al pueblo estadounidense, a su presidente, ni a las rutas marítimas mundiales. Si lo hacen, ¡CUIDADO!, porque Estados Unidos les exigirá cuentas y no seremos amables”, escribió.
Por su parte, Irán también ha dejado claro su posicionamiento. Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, declaró que Teherán “no tiene ningún papel en la definición de las políticas nacionales u operativas de ninguna parte del frente de resistencia, incluido Ansar Allah (el nombre oficial de los hutíes) de Yemen. Responderemos a cualquier amenaza, si se hace real, con una respuesta dura, decisiva y devastadora”.
En la misma línea, el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní condenó los ataques "bárbaros" de Estados Unidos contra Yemen, y el jefe de la diplomacia iraní, Abbas Araghchi, respondió que Estados Unidos "no tiene autoridad ni derecho a dictar la política exterior de Irán", al tiempo que pidió "detener la matanza del pueblo yemení".
Una reanudación de ataques
Desde que Israel comenzó su ofensiva genocida sobre Gaza tras el 7 de octubre, el grupo ha lanzado varios ataques con misiles contra buques con bandera de diversos países que comercian con Israel. Sus ataques han interrumpido el tráfico en el Mar Rojo y en el Golfo de Adén, una zona marítima esencial para el comercio mundial. Desde entonces, Estados Unidos y Reino Unido crearon una coalición naval multinacional con el objetivo de atacar objetivos en Yemen.
Aunque suspendieron sus ataques en enero de 2024 tras una frágil tregua en Gaza, los hutíes anunciaron el 11 de marzo su intención de reanudar los mismos, como respuesta al bloqueo israelí que impide la entrega de ayuda humanitaria a Gaza.
¿Un conflicto más amplio?
Ahora, líderes internacionales llaman a desescalar el conflicto, ante la posibilidad de consecuencias más amplias para la región.
Es que se presume que, si los hutíes logran hundir o dañar gravemente un buque de guerra estadounidense, Trump, como ha amenazado, podría expandir el conflicto hacia Irán. Teherán, en respuesta, podría entonces atacar bases militares de Estados Unidos en la región y hasta instalaciones petroleras en Arabia Saudí.
En este contexto, a nivel internacional, Rusia abogó por el cese del uso de la fuerza en Yemen y por abrir vías de diálogo, según afirmó el ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, en una conversación telefónica con el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio.
También la ONU dijo este domingo estar "preocupada" por los ataques de Estados Unidos, al tiempo que pidió a las partes "contención".
“Cualquier escalada adicional podría exacerbar las tensiones regionales, provocar nuevas rondas de represalias que podrían desestabilizar aún más a Yemen y la región de Oriente Medio y representar una grave amenaza para la ya grave situación humanitaria del país", afirmó Naciones Unidas.