Desde hace más de tres años, Rusia y Ucrania están inmersos en una guerra brutal, intercambiando fuego y acusaciones mutuas de bloquear la paz.
En medio del derramamiento de sangre, Türkiye, otro país del mar Negro, mantiene una determinación moderada pero constante de ofrecer su intermediación para una solución negociada al estancamiento.
A diferencia de muchos líderes occidentales o del presidente chino Xi Jinping, estrecho aliado de Moscú, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan conserva relaciones cordiales tanto con Vladimir Putin como con Volodymyr Zelenskyy, además del presidente estadounidense Donald Trump.
Estos lazos parecen haber animado a Putin a proponer las “negociaciones directas” en Estambul.
En un movimiento clásico de ajedrez, Zelenskyy pidió una reunión cara a cara en dicha ciudad. “Esperaré a Putin en Türkiye el jueves”, escribió en X. Los dos líderes de países en guerra no se han reunido desde 2019. La propuesta de Zelenskyy se produjo poco después de que Trump publicara en redes sociales: “¡Reúnanse ya!”
La propuesta de Putin para un encuentro directo llegó durante una inusual rueda de prensa el domingo la 1 de la madrugada en el Kremlin. Esto ocurrió tras una visita de alto nivel a Kiev por parte de los líderes de Reino Unido, Francia y Alemania, quienes instaron a Putin a aceptar un alto el fuego de 30 días, propuesta respaldada por Trump. Advirtieron que habría más sanciones si Moscú no cumplía antes del lunes.
Este martes, Trump añadió otro elemento a las negociaciones en Estambul, diciendo a los periodistas que podría asistir si considera que “pueden pasar cosas”. El comentario fue interpretado ampliamente como una presión para que se presente Putin.
“Trump hizo esta declaración para presionar a Putin a venir a Estambul. Quiere atraerlo con la posibilidad de su propia participación”, dice Abdullah Erboga, académico con sede en Estambul y experto en relaciones internacionales.
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, quien acompaña a Trump en su gira de tres días por Oriente Medio, ya ha confirmado su asistencia a una reunión de la OTAN que se celebrará en Türkiye. Putin aún no se ha comprometido.
Según Erboga, Trump no asistiría a menos que Putin acepte la propuesta de Zelenskyy de una reunión bilateral. “Si los tres líderes llegan a Estambul, sería un posible avance diplomático en el conflicto entre Rusia y Ucrania”, declaró a TRT World.
Putin, sin embargo, parece más reticente que Zelenskyy, afirma Erboga, probablemente porque las tropas rusas actualmente tienen ventaja en el terreno.
La posible presencia de los tres líderes también subrayaría la creciente influencia diplomática de Türkiye. “Los tres líderes ya han expresado su confianza en la mediación del presidente Erdogan”, añade Erboga.
Agrega que, si se realiza, la reunión del jueves probablemente no será la última. “Hay señales claras de que Türkiye seguirá acogiendo futuras conversaciones. Esto demuestra el creciente papel mediador de Türkiye en las crisis internacionales”.
Erdogan, quien contactó tanto a Putin como a Zelenskyy tras la propuesta rusa de “negociaciones directas”, celebró la convocatoria en Estambul. “Se ha abierto una nueva ventana de oportunidad con los contactos recientes. Esperamos que no se desperdicie”, afirmó.
¿Por qué Estambul?
¿Por qué, de repente, Estambul se presenta como un lugar clave para las partes en guerra en el conflicto entre Ucrania y Rusia?
“Türkiye es uno de los pocos países que ha mantenido lazos diplomáticos y económicos tanto con Rusia como con Ucrania. Esto le da a Türkiye un poder de mediación único entre Moscú y Kiev”, señala Eugene Chausovsky, director senior de desarrollo analítico en New Lines Institute.
Chausovsky cree que Türkiye probablemente “desempeñará un papel importante en cualquier acuerdo de alto el fuego o pacto de paz más amplio entre ambos países”.
Este analista militar destaca los esfuerzos previos de mediación de Ankara y su papel “en la negociación de la Iniciativa de Granos del Mar Negro, que fue el único acuerdo diplomático importante alcanzado e implementado” entre Moscú y Kiev desde 2022.
“Estambul también fue el escenario de conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania poco después del inicio de la guerra en marzo de 2022. Por eso, Putin mencionó esta semana la posibilidad de ‘reanudar’ esas negociaciones con Ucrania”, dijo Chausovsky a TRT World.
“Como Putin está satisfecho con el borrador de los acuerdos de Estambul de 2022”, quiere que Ucrania vuelva “a discutir sobre ese documento”, afirma Oleg Ignatov, analista senior sobre Rusia en el International Crisis Group.
Ucrania está comprometida con preservar su integridad territorial, mientras que Rusia busca mantener alejadas las amenazas percibidas de Occidente. Pero ambas partes carecen de un intermediario confiable y duradero, dice Erboga.
En ese contexto, Türkiye surge como un actor aceptado excepcionalmente para ambos lados. “No sería incorrecto decir que Türkiye es el único país que realmente quiere una paz justa y duradera”, afirma Erboga.
Contrasta la posición de Türkiye con las conversaciones celebradas anteriormente en Arabia Saudí, que no generaron resultados porque Riad, a diferencia de Ankara, no es un actor regional directo. “Türkiye es miembro de la OTAN, país del mar Negro, y mantiene fuertes vínculos militares con ambas partes en conflicto”, añade.
Erboga también identifica una motivación geopolítica en el movimiento de Putin. “Putin vio que se había formado una alianza europea contra Rusia y quiso fracturarla convocando una reunión en Estambul”. Según Erboga, Putin no quiere que Türkiye se una a esa alianza, así que al proponer Estambul como punto de encuentro, Moscú busca demostrar su voluntad de mantener buenas relaciones con Ankara.
Culpas cruzadas y alta tensión
Trump, quien en su momento afirmó que podría acabar con la guerra en Ucrania en 24 horas, se quejó de que el “odio tremendo” entre Putin y Zelenskyy es un obstáculo claro para una paz real. Tras un tenso enfrentamiento público con Zelenskyy en una reunión en la Casa Blanca, Trump también ha mostrado frustración por la renuencia de Putin a participar.
Desde la visita del trío europeo a Kiev el sábado, ha habido una interesante sucesión de jugadas estratégicas por parte de líderes rusos y ucranianos, tratando de convencer a Trump de que el otro es el culpable de no buscar una paz verdadera. “Ambas partes quieren mostrar a EE.UU. quién es el actor intransigente”, dice Erboga.
“Putin propuso la reunión en Estambul porque Rusia quiere demostrar que coopera con Estados Unidos”, explica el analista Ignatov a TRT World.
“La propuesta de alto el fuego por parte de los líderes europeos fue un intento de mostrar a Trump que Putin no quiere paz. Pero al convocar ‘negociaciones directas’ en Estambul, Putin intentó mostrar que está dispuesto a negociar. En respuesta, Zelenskyy dijo: ‘Si estás listo para la paz, reunámonos en persona’”, añade Erboga.
“Nos enfrentamos constantemente a movimientos de ajedrez de ambos lados”. Ahora la pelota, señala Erboga, está en el campo de Putin.
Para subir la apuesta, Trump dijo que asistiría a las conversaciones en Estambul “si considerara que puede ser útil”.
Erboga duda que Putin esté ansioso por reunirse a solas con Zelenskyy. Pero si ninguno de los líderes se presenta, Trump podría cansarse del estancamiento y responsabilizar a una de las partes. “Podría dejar de involucrarse con ambos y decidir castigar a quien obstaculice las negociaciones de paz y no avance hacia una solución fructífera”, advierte.
Los expertos no creen que la posible reunión en Estambul produzca un plan de paz definitivo, el cual requeriría más rondas de diálogo. Erboga ve en el encuentro del jueves un posible nuevo comienzo hacia un acuerdo de paz.
Ignatov también considera el inicio de negociaciones directas entre Rusia y Ucrania como “un paso positivo”.
“Terminar una guerra a menudo requiere años de negociaciones. Podemos mirar los ejemplos de las guerras de Corea y Vietnam. Es difícil. Pero probablemente sería ingenuo esperar avances rápidos en este momento”, añade.
Aunque no está claro si la reunión entre Putin y Zelenskyy pondrá fin a la guerra en el corto plazo, “ese encuentro podría ser un paso importante hacia la paz”, afirma Chausovsky.
“El hecho de que ocurra en Estambul”, concluye, “es significativo tanto en el plano simbólico como funcional”.