Gaza enfrenta una catástrofe humanitaria de dimensiones históricas. El bloqueo impuesto por Israel mantiene a la población sumida en el hambre y ha colapsado los servicios básicos. Las bombas, que caen sin cesar en todo el enclave, han asesinado a más de 60.000 palestinos, y también han acabado con la vida de 183 trabajadores humanitarios, según advirtió la ONU, en violación del derecho internacional.
Este martes, Naciones Unidas publicó un informe desolador respecto a quienes, desde el primer día de la ofensiva, han intentado ayudar a los palestinos: casi la mitad de los trabajadores humanitarios asesinados en todo el mundo durante 2024 murieron en Gaza.
En este contexto, Tom Fletcher, jefe de ayuda de la ONU, denunció la gravedad de estas agresiones, que se cobraron 183 vidas: “Un solo ataque contra un colega humanitario es un ataque contra todos nosotros y contra las comunidades a las que servimos”.
Además, el informe subrayó que las agresiones contra el personal humanitario violan el derecho internacional y socavan la ayuda vital para millones de personas en zonas de guerra y desastre. “La violencia contra los trabajadores humanitarios no es inevitable. Debe cesar”, añadió Fletcher.
Hambruna y colapso de los servicios básicos
Desde el 2 de marzo de 2025, las autoridades ocupantes cerraron todos los cruces con Gaza, bloqueando la entrada de la mayor parte de la ayuda alimentaria y médica, lo que ha acelerado la propagación de la hambruna en todo el territorio.
Fuentes médicas en Gaza reportaron la muerte de tres palestinos en las últimas 24 horas debido al hambre y la desnutrición, elevando el total de fallecidos por hambre a 263, incluidos 212 niños.
En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que las tasas de desnutrición en el enclave han alcanzado niveles alarmantes, señalando que casi uno de cada cinco niños menores de cinco años en la Ciudad de Gaza sufre desnutrición aguda. Además, expertos alertan que si se mantienen las restricciones actuales, estas cifras podrían aumentar de manera dramática en las próximas semanas, poniendo en riesgo a miles de personas más, sobre todo niños y ancianos.
En efecto, la ONU alertó que las cocinas comunitarias apenas logran producir un tercio de las raciones que servían hace cuatro meses: de más de un millón diarias en abril, hoy solo alcanzan 380.000. Stéphane Dujarric, portavoz de la organización, calificó la situación de “más que catastrófica”, subrayando especialmente las muertes por desnutrición, incluidas las de niños.
En la misma línea, el Programa Mundial de Alimentos reconoció que, pese a los esfuerzos de sus equipos, los suministros siguen “muy por debajo de los niveles necesarios”, dejando a la población aún más vulnerable frente a la hambruna y al colapso de los servicios básicos, con riesgo de que la crisis empeore si el bloqueo persiste.
Negación de visados sanitarios
Además, los ataques israelíes han devastado el sector de la salud de Gaza. La destrucción de hospitales y la escasez de medicamentos han convertido enfermedades y heridas tratables en muertes inevitables.
Por si fuera poco, a esta situación desesperante se suma la reciente suspensión de visas de Estados Unidos para palestinos de Gaza, una medida que amenaza directamente la vida de los más vulnerables. El Departamento de Estado dijo el sábado que estaba suspendiendo todas las visas de visitantes para palestinos de Gaza, mientras realizaba una revisión "completa y exhaustiva", después de que la influencer de extrema derecha Laura Loomer dijera que los refugiados palestinos estaban ingresando a Estados Unidos.
La organización HEAL Palestine advirtió que esta decisión afectará a niños gravemente heridos que buscaban tratamiento médico en hospitales estadounidenses mediante visas temporales, aclarando que es un programa financiado con donaciones y no destinado al reasentamiento de refugiados, como afirmó Loomer.
La organización benéfica patrocinó y trajo "a niños gravemente heridos a Estados Unidos con visas temporales para recibir tratamiento médico esencial que no está disponible en su país", afirmó en un comunicado la organización. Una vez finalizado el tratamiento, los niños y los familiares que los acompañan regresan a Oriente Medio, añadió.
Continúan los ataques y crecen las víctimas civiles
Mientras tanto, los bombardeos aéreos y de artillería israelíes no cesan. En las últimas 24 horas, los hospitales de Gaza recibieron los cuerpos de 60 palestinos asesinados y 344 heridos.
Tan solo en la madrugada del martes, al menos 18 civiles, incluidos niños y mujeres, murieron y decenas resultaron heridas en distintos barrios de Gaza, según reportó la agencia de noticias palestina WAFA.
En Jan Yunis, dos civiles, entre ellos un niño, fallecieron cuando una tienda de campaña que albergaba a desplazados fue alcanzada. En Al-Mawasi, cuatro personas murieron o resultaron heridas por bombardeos a otra tienda de campaña. Deir Al-Balah también sufrió graves pérdidas: cinco personas murieron y varias resultaron heridas en Al-Bassa, y otras cinco perdieron la vida cerca de Kissufim.
En el norte del enclave, 53 personas resultaron heridas y dos murieron mientras esperaban ayuda alimentaria en la zona de Zikim. En el sur de la Ciudad de Gaza, un periodista y tres civiles más murieron en Al-Sabra, donde un bombardeo alcanzó una vivienda de la familia Al-Ghazi.
El genocidio no se detiene
Desde octubre de 2023, más de 62.000 palestinos han perdido la vida, en su mayoría mujeres y niños, y al menos 156.000 han resultado heridos. Además, se teme que más de 11.000 personas continúen atrapadas bajo los escombros.
En consecuencia a estas acciones, la Corte Penal Internacional emitió el pasado noviembre órdenes de arresto contra el primer ministro Benjamín Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant, por crímenes de guerra y de lesa humanidad. Israel también enfrenta un caso de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia.