Dejó Gaza y llegó a Argentina por Maradona: ahora este palestino sueña con ser médico
AMÉRICA LATINA
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Dejó Gaza y llegó a Argentina por Maradona: ahora este palestino sueña con ser médicoAbdallah El Tibi vivía en Gaza y hoy trabaja en un restaurante en Buenos Aires, donde trabaja por un mejor futuro. “Mi sueño es graduarme de médico”, comparte, “y regresar a ayudar a mi gente”.
“Desde chiquito amo a la Argentina por mi papá, que era fanático de (Diego) Maradona”, recuerda Abdallah. / Reuters
hace 9 horas

Abdallah El Tibi monta su bicicleta en la Plaza Serrano, en el corazón de Buenos Aires, recoge del restaurante dos hamburguesas y gaseosas, pedalea 15 minutos, entrega el pedido y vuelve a la tienda por un nuevo encargo. En medio de este recorrido rutinario, recibe un mensaje de su padre: le cuenta que para conseguir pan en Gaza tuvo que hacer una fila de horas y pagar precios exorbitantes, mientras los bombardeos lo acechaban. 

En la capital argentina es una tarde cualquiera de otoño. En Gaza, mientras tanto, es otro día más en el genocidio que perpetra Israel. 

Abdallah, joven palestino, salió del enclave hace seis años y trabaja como cocinero y repartidor de comida en Buenos Aires. A 12.000 kilómetros de distancia, su padre Mamdouh, junto a su mujer y seis hijos que siguen en Gaza, sobreviven al más de año y medio de genocidio. Han sufrido ocho desplazamientos, hambruna constante y una herida de hombro que requiere cirugía urgente.

A los 23 años, El Tibi intenta hacer de la Argentina un segundo hogar, pero le es imposible desligarse de Gaza. “Estoy todo el día viendo las noticias de allá. Me enteré por las redes sociales que hirieron a mi papá y a mi hermano. Eso me estresa mucho y no me deja dormir”, comparte Abdallah con TRT Español, mientras fuma y toma café con azúcar en un bar de Palermo, en la zona norte de Buenos Aires.

Para ayudar, trabaja 10 horas en dos empleos

“Desde chiquito amo a la Argentina por mi papá, que era fanático de (Diego) Maradona”, recuerda Abdallah. Mamdouh fue quien le contagió el amor por la pelota en las playas de Gaza, mientras crecía viendo por televisión la magia de otro zurdo habilidoso con la camiseta celeste y blanca número 10: Lionel Messi.

Su llegada al país del fútbol, el asado y el mate coincidió con la ofensiva de Israel en respuesta a la incursión de Hamás en octubre de 2023. “En Gaza no hay lugar seguro. Sí o sí hay que sacar a mi papá: tienen que llevarlo a Egipto para hacerle una cirugía de hombro”, cuenta sobre Mamdouh, ingeniero de 65 años.

Para ayudar a su familia, Abdallah trabaja 10 horas al día entre dos empleos. Luego de varios trabajos con sueldos precarios, decidió invertir y comprarse una bicicleta para poder ser repartidor de comida a domicilio. Así, desde 2025, combina el rol fijo de servir hot dogs de 10 p.m. a 6 a.m. con las entregas de pedidos en algunas horas en la tarde y en su único día de descanso semanal.

Caracas-Buenos Aires, el mate y el fútbol

Primero se fue a Venezuela. “En 2019 me dieron una buena beca para estudiar medicina en la Universidad Rómulo Gallego”, cuenta Abdallah, quien tuvo que aprender español al llegar a Sudamérica. Aquí se unió a su hermano mayor, que ya estudiaba en Caracas desde el 2014.

El periplo de Abdallah para poder salir de Palestina incluyó un pago de 800 dólares para cruzar de Gaza hacia Egipto –un paso bloqueado por Israel– y luego una ruta larga: El Cairo-Amman-París-Caracas.

Con dos años de estudio de Medicina y otros dos de trabajo en una zapatería, Abdallah ya tenía un buen dominio del español, pero la situación económica en Venezuela lo llevó a tomar la decisión de otra migración a la fuerza. Nuevamente, siguió el camino de su hermano, que una vez graduado como médico en Caracas emigró a la Argentina. 

“Acá me tratan muy bien. Los argentinos son gente ‘repiola’ (simpática), y también muestran solidaridad con Palestina”, dice en un castellano que ya muestra influencias de la jerga de Buenos Aires. “Me adapté muy fácil: conecté rápido con el fútbol y me gusta mucho la comida.” Antes de su salida, Abdallah jugaba regularmente al fútbol en Gaza, y al llegar a Buenos Aires tuvo una prueba en el equipo amateur Club Social y Deportivo Ingeniería, pero no fue seleccionado.

De la ocupada Al Tayibe a ‘embajador’ de la causa en Sudamérica

No se imaginaba cumplir rol de ‘portavoz’ de la causa palestina en Buenos Aires en los actos y charlas a los que lo invitan. “Aunque soy tímido, me siento orgulloso de poder estar aquí con la gente que apoya la causa. Antes de llegar, pensaba que el sionismo era muy fuerte y no iba a ver banderas o el kufiyye. Me sorprendí de ver tanto apoyo a Palestina y entonces me animé a hablar”, cuenta sonriente mientras señala el escudo rojo, verde, blanco y negro de la camiseta del Club Palestino, de Chile, que lleva puesta.

Su familia es originaria de la hoy ocupada ciudad de Al Tayibe, en la municipalidad de Tulkarem, al norte de Cisjordania ocupada. Su tío abuelo, importante agricultor de la zona, fue asesinado y su familia desplazada durante la Nakba, “catástrofe” en árabe, la expulsión masiva de palestinos por parte de Israel el 15 de mayo de 1948. 

En 1967, la familia de Abdallah sufrió un nuevo desplazamiento y desde entonces viven en Gaza. En los últimos 19 meses, han sido desplazados ocho veces durante el genocidio.

Mientras sigue por celular las noticias catastróficas que llegan desde Palestina, Abdallah continúa su propia lucha: al llegar a la Argentina solicitó un asilo y solo después de 18 meses se lo aceptaron. Mientras tanto, fue renovando una residencia precaria cada tres meses, lo que perpetuó su condición de trabajador informal sin derecho a un salario digno y con limitadas posibilidades de enviar dinero a su familia y salir del territorio argentino. 

Ahora acaba de recibir la promesa de la Oficina Nacional de Migraciones de la entrega inminente de su DNI, la identificación argentina. “Al fin voy a poder conseguir trabajos formales de mejor plata y voy a poder salir”, se entusiasma mientras planea visitar a sus amigos y excompañeros venezolanos, que pronto se graduarán como médicos en Caracas.

El futuro: un Abdallah médico de regreso en Gaza

Pese a todas las trabas, Abdallah continúa firme en su sueño de ser médico. “En junio comienzo nuevamente la carrera de Medicina, voy a estudiar en la Universidad de Buenos Aires. Mi sueño es graduarme y poder regresar a Gaza con el título para ayudar a mi gente y ver a mi familia bien y libres inshallah (si Dios quiere)”.

El concepto de ‘libertad’ es una idea que flota en la Argentina desde 2023 cuando llegó Abdallah, al tiempo que asumió el Gobierno de Javier Milei, presidente que se jacta de promover ideas ‘libertarias’. “No les creo (a los políticos) cuando usan esa palabra. Para mí la verdadera libertad es la democracia”, comenta. “Nosotros (los palestinos) no tenemos libertad ni democracia: estamos bajo dos ocupaciones. Antes éramos la cárcel más grande del mundo; ahora somos el cementerio más grande”.

¿Cómo ve el futuro para los palestinos? “No hay futuro cuando hay ocupación. La Palestina libre llegará sin ocupación israelí”, concluye, con su último sorbo de café.


FUENTE:TRT Español
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