Mientras Israel lleva a cabo masacres en Gaza, también intensifica sus incursiones en la Cisjordania ocupada, donde el número de palestinos desplazados ha aumentado drásticamente y la crisis humanitaria se agrava. De hecho, el campo de refugiados de Yenín ha sido declarado “zona de desastre” por las autoridades locales.
“Toda la infraestructura en el campo de refugiados de Yenín, incluidas calles, sistemas de alcantarillado, redes de agua, electricidad y comunicaciones, ha sido completamente destruida”, declaró el gobernador de Yenín, Mohammed Jarrar, a la agencia de noticias Anadolu.
Agregó que la mayoría de los habitantes del campo y de los barrios vecinos han sido desplazados por la fuerza, ya que el ejército israelí ha demolido edificios enteros y prendido fuego a viviendas en la zona.
Asimismo, un funcionario citado por Anadolu aseguró que ahora el ejército israelí se prepara para demoler 66 viviendas palestinas en el campo de refugiados.
“Las fuerzas de ocupación han notificado su intención de demoler 66 casas en el campo de Yenín en las próximas 24 horas”, afirmó Bashir Matahin este miércoles, responsable de relaciones públicas del municipio de Yenín. También señaló que el ejército ha impedido que los desplazados regresen para recuperar sus pertenencias antes de la demolición.
“Lo que ocurre en el campamento sugiere que la ocupación pretende quedarse por un largo tiempo. Alrededor de 600 viviendas ya han quedado inhabitables, y hay indicios de que buscan reducir la población del campamento a menos de 5.000 personas”, añadió Matahin.
Tulkarem: una situación “catastrófica”
Además de Yenín, la ofensiva militar israelí en el norte de Cisjordania ocupada ha devastado barrios enteros en otras ciudades y campos de refugiados, entre ellos, Tulkarem.
“El ejército israelí está destruyendo todos los medios de subsistencia, arrasando calles, infraestructuras y demoliendo bloques residenciales”, declaró el vicegobernador de Tulkarem, Faisal Salama, a Anadolu.
Describió la situación en la ciudad como “catastrófica”, y detalló que edificios enteros han sido derribados en los campos de refugiados de Tulkarem y Nur Shams. “El ejército obligó a la mayoría de los palestinos de ambos campamentos a huir a otras zonas de la ciudad o a localidades cercanas”, añadió.
La tensión sigue en aumento en la Cisjordania ocupada, donde al menos 937 palestinos han sido asesinados y más de 7.000 han resultado heridos en ataques del ejército israelí y de colonos desde el inicio de la ofensiva sobre Gaza, el 7 de octubre de 2023, según el Ministerio de Salud palestino.
La situación de los palestinos se agravó desde el 21 de enero, cuando el ejército israelí lanzó una ofensiva en el norte de la zona, que ha dejado más de 70 palestinos muertos y miles de desplazados.
Mientras tanto, la situación en Gaza sigue siendo una de las más trágicas en los más de 17 meses de ofensiva israelí. Esta semana, Israel lanzó la oleada más letal de ataques aéreos desde el inicio de la tregua en enero, que han matado a cientos de personas. Al menos 470 fallecieron en los ataques aéreos israelíes iniciados en la madrugada del martes, eliminando a familias enteras, según el Ministerio de Salud de Gaza.