La primera gran gira internacional del segundo mandato del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a su fin este viernes en Emiratos Árabes Unidos, tras una intensa semana marcada por negociaciones comerciales, maniobras diplomáticas y mensajes estratégicos cuidadosamente diseñados.
Durante su recorrido por Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, Trump fue recibido con una fastuosidad que, según sus propias palabras, lo dejó "encantado". Príncipes, emires y altos dignatarios desplegaron una hospitalidad exuberante que incluyó guardias de honor, camellos y caballos árabes ricamente engalanados, así como recepciones en suntuosos palacios con extensos salones de mármol blanco. Trump elogió lo que describió como una “cultura maravillosa” y se mostró particularmente impresionado por la elegancia arquitectónica de los anfitriones emiratíes.
Pero más allá de esa fastuosidad, celebrada por algunos y ampliamente criticada por otros, el viaje tuvo como objetivo cerrar acuerdos e inversiones para EE.UU.
La gira, que incluyó escalas clave en Riad, Doha y Abu Dabi, dejó como saldo compromisos de inversión que, según cifras proporcionadas por la Casa Blanca, podrían alcanzar entre 3,5 y 5 billones de dólares en apenas cinco días. Trump calificó su viaje como “histórico”, subrayando su importancia para la economía estadounidense y su estrategia de consolidación de alianzas en Oriente Medio.
Aunque los anuncios económicos acapararon titulares, la gira también dejó una serie de movimientos geopolíticos de alto voltaje.
En Arabia Saudí, Trump sorprendió al anunciar el levantamiento de las sanciones estadounidenses contra Siria. El anuncio fue acompañado por una inédita reunión con el presidente sirio Ahmed Al-Sharaa, gesto que marca un giro inesperado en la política exterior de Washington hacia Damasco.
Desde Qatar, el presidente aseguró que Estados Unidos e Irán están “cerca de alcanzar un acuerdo” sobre el programa nuclear iraní, tras lo que describió como cuatro rondas de negociaciones “productivas” en las últimas semanas.
En relación con Gaza, Trump reiteró su intención de que Estados Unidos ocupe el asediado enclave, en medio de 19 meses de ofensiva israelí: “Queremos convertir Gaza en una zona de libertad”.
“La mayor inversión hecha jamás”, en Emiratos Árabes Unidos
En su última parada, en Abu Dabi, Trump logró cerrar una inversión por 1,4 billones de dólares destinada a los próximos diez años en sectores estratégicos como semiconductores, manufactura e inteligencia artificial. Este compromiso, anunciado inicialmente en marzo por el presidente emiratí Mohamed bin Zayed al Nahyan, adquirió una nueva dimensión tras la presentación, frente al presidente Trump y al CEO de Nvidia, Jensen Huang, del que será el mayor campus de inteligencia artificial fuera de Estados Unidos.
“Es la mayor inversión que han hecho jamás, y la valoramos profundamente. Vamos a tratarlos como se merecen: de manera magnífica”, declaró Trump el jueves durante una reunión con el emir de Abu Dabi, Mohamed bin Zayed.
En su última jornada en suelo emiratí, la agenda de Trump tenía previsto cerrar con reuniones con más líderes empresariales y visitar un centro interreligioso que alberga una mezquita, una iglesia y una sinagoga, en un gesto simbólico alineado con los Acuerdos de Abraham.
En Qatar: récord histórico en pedidos y cooperación militar
Durante la visita a Doha, Qatar Airways firmó un acuerdo histórico con Boeing por 96.000 millones de dólares para adquirir hasta 210 aviones Boeing 787 Dreamliner y 777X, el mayor pedido de fuselaje ancho y de 787 en la historia de Boeing. Este acuerdo creará más de un millón de empleos en Estados Unidos.
Además, Estados Unidos y Qatar firmaron un acuerdo militar que incluye más de 38.000 millones de dólares en posibles inversiones, apoyo para la Base Aérea Al Udeid y la compra de tecnología militar avanzada, como sistemas antidrones y drones MQ-9B, que dotarán a las Fuerzas Armadas cataríes de la aeronave pilotada a remoto más avanzada del mundo. El emir qatarí destacó que estos acuerdos llevan la relación bilateral “a otro nivel”.
En Arabia Saudí: “El mayor acuerdo jamás acordado”
En Arabia Saudí, Trump demostró su habilidad para “vender Estados Unidos”. Lo hizo durante un gran foro empresarial en Riad, que reunió a los máximos responsables de los fondos soberanos saudíes y a los CEOs de firmas influyentes de Wall Street, incluyendo a Elon Musk (Tesla), Larry Fink (BlackRock) y Sam Altman (OpenAI).
De este encuentro surgieron acuerdos por un valor total de 600.000 millones de dólares, destacando uno histórico en materia de defensa por 142.000 millones, que la Casa Blanca calificó como “el mayor acuerdo de cooperación jamás firmado” por Washington.
El príncipe heredero Mohammed bin Salmán, que acompañó a Trump durante toda su visita y le brindó honores dignos de un monarca, lleva años buscando la autorización para adquirir cazas F-35 de última generación, un armamento que solo posee Israel en la región.
“Esto es bueno para Israel”
En Israel, que no formó parte de esta gira maratoniana, algunas voces expresaron nerviosismo ante el nuevo giro proárabe del presidente republicano.
Sin embargo, Trump intentó despejar dudas afirmando que este acercamiento “es bueno para Israel tener las relaciones que tengo con estos países. Esencialmente con todo Oriente Medio y creo que eso es bueno para Israel”.