El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "apoya plenamente" la reanudación de la ofensiva de Israel contra Gaza, según afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. La funcionaria responsabilizó al grupo palestino Hamás por los ataques aéreos y la incursión terrestre, que han causado la muerte de cientos de palestinos esta semana.
"Él apoya plenamente a Israel y a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y las acciones que han tomado en los últimos días", dijo la portavoz a los periodistas cuando se le preguntó si Trump estaba intentando restablecer el alto el fuego en Gaza.
El martes, Israel rompió unilateralmente la tregua con Hamás, vigente desde enero. En tres días, sus ataques han causado la muerte de al menos 700 palestinos, incluidos 200 niños, y han dejado más de 1.000 heridos en el enclave asediado. Solo el jueves, los bombardeos israelíes mataron al menos a 110 palestinos, en su mayoría mujeres y niños.
Sin embargo, la portavoz de Trump atribuyó a Hamás la responsabilidad del baño de sangre.
"El presidente (Trump) dejó muy claro a Hamás que, si no liberaban a todos los rehenes, se desataría un infierno y, desafortunadamente, Hamás decidió jugar con vidas humanas", declaró.
Leavitt insistió en que "la situación es completamente culpa de Hamás" y reiteró que Trump exige la liberación de "todos los rehenes" que se encuentran en Gaza.
Más ataques en una “noche sangrienta” en Gaza
Mientras tanto, en Gaza, los rescatistas continúan buscando supervivientes entre los escombros.
"Fue una noche sangrienta para la gente de Beit Lahiya", declaró Fares Awad, jefe del servicio de emergencias del Ministerio de Salud del norte del enclave. "La situación es catastrófica", añadió.
Este jueves, un ataque aéreo alcanzó la casa de la familia Abu Daqa en Abasan al-Kabira, una aldea cercana a Jan Yunis, cerca de la valla fronteriza con Israel.
Según el Hospital Europeo, ubicado en esa zona, al menos 16 personas murieron en el ataque, en su mayoría mujeres y niños. Entre los fallecidos se encontraban un padre y sus siete hijos, así como los padres y el hermano de un bebé de un mes, que sobrevivió junto a sus abuelos.
"Fue otra noche dura", lamentó Hani Awad, quien ayudaba a los rescatistas a buscar supervivientes entre los escombros, añadiendo que "la casa se derrumbó sobre las personas que estaban dentro".
Israel expande su incursión terrestre
Este jueves, Israel anunció el cierre de la principal ruta norte-sur del enclave, una vía antes designada para el paso seguro de los palestinos, y la expansión de su invasión terrestre.
Asimismo, las fuerzas israelíes y la agencia de seguridad interna Shin Bet aseguraron haber atacado infraestructura de Hamás en Beit Lahiya, en el norte del enclave, como antesala a una incursión terrestre.
Horas después, el ejército informó que sus "tropas han iniciado una operación terrestre en el barrio de Shaboura, en Rafah, destruyendo varios objetivos de infraestructura".
Además, en un comunicado, el ejército confirmó que "la operación militar se ha ampliado al sur de Gaza, mientras continúan las acciones en el norte y el centro del territorio".
En respuesta al creciente número de víctimas civiles, Hamás lanzó el jueves cohetes hacia Tel Aviv, en su primera reacción militar tras la reanudación de los ataques.
Israel rompió unilateralmente el acuerdo de tregua
Israel reanudó su letal agresión sobre Gaza esta semana con una gran cantidad de ataques, destruyendo la relativa calma que había prevalecido en el territorio palestino devastado desde la entrada en vigor del alto el fuego respaldado por EE.UU. y firmado en enero.
El acuerdo, que constaba de tres fases e incluía un intercambio de prisioneros, había detenido la ofensiva israelí que ya había cobrado la vida de más de 49.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, según datos del Ministerio de Salud de Gaza.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de mediación de Qatar, Egipto y EE.UU., Israel incumplió la tregua: solo respetó la primera fase del acuerdo y se negó a negociar las etapas posteriores, que habrían puesto fin a la ofensiva.
En cambio, el Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu intentó prolongar esta primera fase durante varias semanas más, buscando garantizar la liberación de todos los rehenes en Gaza. Los palestinos sostenían que, una vez liberados, Israel podría continuar su ofensiva e incluso contemplar la ocupación del enclave. Mientras tanto, su aliado, Estados Unidos, prometía apoyar un plan que desplazaría a los palestinos sin derecho a regresar.
Ahora, Hamás ha instado a los mediadores a presionar a Israel para que regrese al acuerdo, que ya había violado en reiteradas ocasiones incluso antes de reanudar la ofensiva.
El grupo ha señalado que está dispuesto a entregar el control de Gaza a la Autoridad Palestina, respaldada por Occidente, o a un comité de líderes políticos independientes, pero ha dejado claro que no depondrá las armas hasta que Israel ponga fin a su ocupación de los territorios palestinos.